Mi consultoría de negocios se basa en tres pilares fundamentales: Datos, Co-creación y Utilidad.
Nunca le hablo a mis clientes desde la posición de gurú, del que cree que lo sabe todo. Por el contrario, siento que todos los días aprendo y agradezco a quienes confían en mí, para poder acompañarlos en sus procesos aplicando lo aprendido, pero con la curiosidad del que tiene todavía demasiado camino por recorrer.
Por cierto, esa curiosidad que me caracteriza es un valor de mi empresa de investigación de mercados, donde siempre estamos en la búsqueda de información que ayude a que nuestros clientes tomen mejores decisiones. Sin embargo, me consigo con mucha frecuencia clientes que no tienen información, porque no gestionan su data interna ni realizan estudios de mercado. Una proporción de ellos, incluso me pide consultoría sugiriendo que nos saltemos “la parte del estudio de mercado”.
Reconozco que la responsabilidad de esto no radica solo del lado del cliente, sino de los que estamos en la industria que tenemos la responsabilidad de educar a los clientes y promover nuestra categoría. De mi parte, no solamente me he dedicado a la docencia, sino que he desarrollado contenidos para apoyar a emprendedores y pymes a que conozcan la importancia de la información y cómo los estudios de mercado pueden ser grandes aliados para alcanzar sus objetivos (muy pronto te compartiré una buena noticia sobre este tema).
Para aquellos que se hacen la pregunta: ¿realmente necesito realizar un estudio de mercado? Les comparto un diagrama que encontré en el libro de Verónica Rosendo (2018) que expone de manera muy sencilla, algunas preguntas que pueden ayudar a tomar la decisión de ejecutar o no una investigación de mercados.
En el proceso de la decisión están involucradas variables como el tiempo disponible, la claridad acerca de la información requerida y las posibilidades de obtenerla, la importancia estratégica o táctica de la decisión y, por último, que los beneficios de realizar el estudio superen los costos de realizarlo.
Aún en aquellos casos cuando una o varias de las preguntas obtengan una respuesta negativa, existen otras opciones. Espero que este diagrama te sea útil y que motive a la reflexión acerca de si realmente necesitas un estudio de mercado o no lo has realizado por algunas falsas creencias (es muy costoso, lleva mucho tiempo, la gente no sabe lo que quiere, etc.)
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