Recientemente tuve la oportunidad de participar en la celebración de los 15 años de MercadoLibre.com, plataforma de comercio electrónico latinoamericana que cotiza en el Nasdaq y un buen ejemplo de que el comercio electrónico sí es un negocio. Es más, que puede ser un muy buen negocio.
En mi intervención hice una revisión de los principales hitos que marcaron el desarrollo de internet en ese período (creación de Facebook, lanzamiento del Iphone, Arab Spring, Wikileaks, etc.) y los aprendizajes que nos quedaron. Hay aprendizajes en el ámbito social, político y, por supuesto, el económico. Y es en este último donde internet ha influido de forma contundente en la publicidad y el comercio. En ambos casos, lo ha hecho no solamente por su alcance creciente, sino por la importancia que ha ganado en procesos cotidianos como el entretenimiento, la socialización y el comportamiento de compra de los consumidores.
Luego de 15 años, internet se convirtió en un medio influyente, no solamente para informar a los ciudadanos y dar a conocer su voz en los medios sociales, sino que también influyó en la búsqueda de información para la toma de decisiones de compra, e incluso en la realización de las compras propiamente dichas. Es así como más de la mitad de los 250 millones de usuarios de internet en Latinoamérica ha realizado alguna compra electrónica. Internet es un negocio con los pies en la tierra. Ya no se trata de una promesa futura, sino de un mercado real y nada virtual.
Internet ofrece una gran oportunidad a la empresa que desee y sepa como aprovecharla. Como he dicho en incontables ocasiones, “no todo lo que se hace en los medios digitales se convierte en oro”. Hay que hacerlo bien, y eso sí que no ha cambiado. Una empresa que desee vender en la red, debe centrarse en tres aspectos fundamentales: 1. Usabilidad del sitio Web (facilidad con la cual los usuarios pueden cumplir el objetivo para el cual el sitio fue creado), 2. Publicidad de la tienda online (para que los clientes conozcan de su existencia y la consideren a la hora de comprar) y, por último, 3. Uso de los medios sociales para relacionarse con los clientes (y generar lealtad).
Deja tu comentario