La crisis del Covid-19 está causando estragos no solamente en la salud física de las personas, sino en la salud económica de los países, empresas y familias. El sector inmobiliario no es una excepción y podemos identificar tres grandes grupos de impactos para el sector:
Impacto Directo en la Operación (Corto Plazo)
Como muchos sectores, una cuarentena total impide que las empresas operen. Por ejemplo, muchos constructores han detenido sus obras ante la imposibilidad de que sus colaboradores acudan a trabajar de forma segura. Los centros comerciales y comercios detallistas han cerrado sus puertas y muchas fábricas también lo han hecho. Del lado del corredor de bienes raíces también se han complicado las cosas, no solamente por la imposibilidad de cerrar transacciones en registros públicos, sino por las dificultades para mostrar propiedades en un mercado temeroso. Esta situación es dramática, pero sin duda alguna, cambiará en la medida que los gobiernos logren controlar la crisis de salud y las personas puedan regresar poco a poco a sus actividades, que variará de acuerdo al país de que se trate.
¿Qué podemos hacer?
En este caso lo que queda es trabajar en el corto plazo por la viabilidad del negocio, tomando medidas de emergencia y cuidando el flujo de caja. Aquellos que tengan más músculo financiero y sean capaces de tomar las medidas necesarias con determinación, tendrán más posibilidades de superar lo peor de la crisis. También influirá en qué contexto se encuentra la empresa, ya que algunos países serán más efectivos que otros apoyando a sus negocios. También puedes aprovechar el tiempo y conectarte mejor con tus clientes.
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Impacto Indirecto por situación económica (Corto y Mediano Plazo)
Adicional al impacto evidente que tiene en el sector inmobiliario una cuarentena parcial o total, también hay que considerar los impactos que la situación económica tendrá en las empresas del sector. Una caída en la economía inducirá a muchos gobiernos a gastar más y a ajustar los tipos de interés para estimular la inversión. Este es el efecto más obvio en el sector, tanto por el precio de las hipotecas como por el mayor atractivo de las inversiones en bienes raíces. En este contexto económico podríamos ver muchas ofertas de vendedores que necesitan flujo de caja y una tendencia a la baja de los precios, impulsada además por un mercado de compradores. Aunque por los momentos en mercados como Estados Unidos hay menos oferta. Cada país obedecerá a una dinámica local, dependiendo de las condiciones del entorno y de las políticas públicas adoptadas.
¿Qué podemos hacer?
Una de las respuestas en este contexto es la negociación. Este es un mercado en recesión donde ya hemos estado antes y sabemos que los negocios existen, pero debemos estar más abiertos a ajustarnos a la realidad del mercado, según la profundidad de la crisis y de su duración esperada.
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Impacto en las tendencias del mercado (Largo plazo)
Sin duda alguna este nuevo estilo de vida obligado por el confinamiento hará que los consumidores piensen sobre algunos temas e incluso cambien su forma de ver la vida. Se habla de una mayor propensión a trabajar desde el hogar o al uso del comercio electrónico para evitar las aglomeraciones de personas. Estas tendencias podrían tener un impacto importante en el sector inmobiliario. Imagínate un mundo donde la gente acude menos a las tiendas y se queda en casa a trabajar. Sin embargo, debemos ser cautelosos y diferenciar los cambios de hábitos coyunturales y aquellos que podrían quedarse por más tiempo. Pienso que el miedo a ser contagiado está en su climax, pero que luego que esta crisis se supere, muchas personas desearán regresar a su estilo de vida habitual. Por ejemplo, algunas tendencias como el comercio electrónico vienen creciendo, pero no necesariamente implicarán una desaparición de las tiendas. De esto he hablado bastante en mis análisis de las tendencias y de la omnicanalidad. Por su parte, sí habrá algunas personas que se quedarán en casa y usarán servicios en la nube y oficinas virtuales, pero también se generarán más oportunidades para espacios como los coworkings que ofrecen flexibilidad, pero también un ambiente colaborativo atractivo para freelancers y empresas. La clave para convertir un hábito coyuntural en un cambio de largo plazo estará en cuánto tiempo dure la crisis y que tan segura se sienta la gente de cara al futuro.
¿Qué podemos hacer?
Analizar de cerca las tendencias y adaptar nuestro negocio a las nuevas realidades que surjan en el mercado. Hay tendencias indetenibles como la digitalización, que además se potencia con crisis con la del Covid-19. Puedes trabajar por la transformación digital de tu negocio partiendo de un entendimiento del viaje de tu cliente.
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